sábado, 18 de marzo de 2017

comentario de texto: DE GAULLE: DEL PLAN MARSHALL A LA O.T.A.N.

DE GAULLE: DEL PLAN MARSHALL A LA O.T.A.N.

Efectivamente, a raíz de la conferencia de Yalta, que le permitió a la Rusia de Stalin agregarse de oficio, cuando el hundimiento del Reich, Europa Central y los Balcanes, pudo temerse que el bloque soviético quizás desease extenderse más allá. En la hipótesis de semejante agresión, los Estados occidentales del Continente no hubieran podido, por sí solos, oponerle una resistencia lo suficientemente fuerte. La organización francobritánica de defensa europea, esbozada en 1946 y que suponía el mando único del mariscal Montgomery, evidentemente no hubiese bastado. Por tanto, nada estuvo más justificado ni fue quizá más saludable que la ayuda americana que, en virtud del Plan Marshall, ponía a la Europa del Oeste en condiciones de restaurar sus medios de producción, evitándole de este modo gramáticas conmociones económicas, sociales y políticas, al tiempo que, gracias al armamento atómico, se aseguraba su cobertura. Pero una consecuencia casi inevitable había sido la institución de la O.T.A.N., sistema de seguridad según el cual Washington disponía de la defensa, y por consiguiente de la política, y hasta del territorio, de sus aliados.
Charles de Gaulle: Memorias de esperanza. La renovación. Taurus, Madrid, 1970. Pás. 358-359.


Estamos ante un comentario historico informativo escrito por Charles André Joseph Marie De Gaulle, Militar y político francés, líder de la «Francia libre» durante la Segunda Guerra Mundial y creador de la Quinta República (Lille, 1890 - Colombey-les-Deux-Églises, 1970
Nos cuenta como se formó Programa de Reconstrucción Europeo anunciado por el entonces secretario de estado norteamericano George Marshall en un discurso en la universidad de Harvard el 5 de junio de 1947.
Ante la penuria europea y la imposibilidad financiera de comprar productos norteamericanos para aplicar este plan de ayuda demandaba una coordinación previa de los países europeos. Se reunió en junio-julio de 1947 una conferencia en París a la que, tras muchas dudas, acudió la URSS.
Pese a la campaña de los partidos comunistas, dieciséis países aceptaron la ayuda y se reunieron en una Conferencia en París en septiembre de 1947. La Conferencia tenía un triple objetivo: impedir la insolvencia europea que hubiera tenido nefastas consecuencias para la economía norteamericana, prevenir la expansión del comunismo en Europa y crear una estructura que favorecieran la implantación y el mantenimiento de regímenes democráticos.
El golpe de comunista de Praga en febrero de 1948 precipitó la aprobación por parte del Congreso norteamericano del Plan en abril de 1948. Ese mismo mes se creó la OECE (Organización Europea de Cooperación Económica) para repartir y concretar la ayuda.
Se calcula que en total el Plan supuso  una ayuda de 13.000 millones de dólares entre 1947 y 1952. El éxito del plan fue esencial para la recuperación económica y el asentamiento de los regímenes democráticos en Europa Occidental.
La España de Franco, que no cumplía ningún requisito democrático, fue excluida del Plan lo que hizo aún más duro el lento proceso de recuperación de nuestro país tras la guerra civil.
La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) tiene sus orígenes en la firma del Tratado de Washington de 1949, mediante el cual diez países de ambos lados del Atlántico (Bélgica, Canadá, Dinamarca, Estados Unidos, Francia, Islandia, Italia, Luxemburgo, Noruega, Países Bajos, Portugal y Reino Unido) se comprometieron a defenderse mutuamente en caso de agresión armada contra cualquiera de ellos.
Así nació una Alianza que vinculaba la defensa de América del Norte con un conjunto de países de Europa Occidental sobre la base del artículo 51 (Capítulo VII) de la Carta de Naciones Unidas, que reconoce el derecho inmanente de legítima defensa, individual o colectiva, en caso de ataque armado.
El fin de la Guerra Fría en 1989 supuso, ante el desvanecimiento de una amenaza de invasión militar, el establecimiento de nuevas formas de cooperación política y militar para tratar los conflictos regionales y preservar la paz y la estabilidad. El Concepto Estratégico aprobado por los Jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN en noviembre de 1991, en Roma, diseñaba un planteamiento amplio sobre seguridad, basado en el diálogo, la cooperación y el mantenimiento de una capacidad de defensa colectiva. Reunía en un conjunto coherente los elementos militares y políticos de los protocolos de seguridad de la Alianza, estableciendo que la cooperación con los nuevos países Socios de Europa Central y Oriental formaba parte integral de su estrategia. El Concepto preveía una menor dependencia respecto a las armas nucleares, y grandes cambios en las fuerzas militares integradas de la Alianza: reducciones sustanciales en su tamaño y grado de alerta, mejoras de su movilidad, flexibilidad y adaptabilidad a las diferentes contingencias y un mayor uso de formaciones multinacionales. 
Con la Cumbre celebrada en Madrid en julio de 1997 pudieron analizar los resultados de las iniciativas llevadas a cabo por la Alianza en años anteriores, a la vez que se anunciaba una fase de reforma de las estructuras y políticas para responder a las nuevas circunstancias. La tarea de los dirigentes de la OTAN en Madrid consistió en analizar las diferentes parcelas de la futura política de la Alianza y asegurar su coherencia e integridad.
 En la Cumbre de Madrid quedó claro el grado de compromiso de la Alianza con la transformación interna y externa, con nuevas medidas concretas y de gran trascendencia en todas las áreas: la apertura de conversaciones para la integración de Hungría, Polonia y la República Checa, junto a la aprobación de una “política de puertas abiertas” respecto a futuras adhesiones; la mejora de la Asociación para la Paz y la creación del EAPC como nuevo foro para impulsar la cooperación; la apertura de un nuevo capítulo en las relaciones OTAN-Rusia; la formalización e intensificación de la asociación con Ucrania; la ampliación del diálogo con los países mediterráneos.
El proceso de evolución y transformación de la OTAN continuó en la Cumbre de Praga de noviembre de 2002. En ella se decidió la ampliación de la Alianza a siete nuevos miembros de Europa Central y Oriental, elevando a 26 el número de Aliados. Este proceso de ampliación culminaría con la incorporación de Croacia y Albania en 2009, hasta alcanzar los 28 miembros actuales. Tan sólo un año después, en la Cumbre de Lisboa de 2010, se adoptó el Nuevo Concepto Estratégico (NCE), por el que la Alianza se prepara para afrontar los nuevos retos globales del Siglo XXI, como el terrorismo, la proliferación nuclear o los ciberataques.

Desde entonces, los Aliados han centrado sus esfuerzos en dar forma y contenido a los mandatos contenidos en el NCE. La Cumbre de Chicago, celebrada en mayo de 2012, consolidó estos avances y se centró en torno a tres ejes de trabajo fundamentales para la Alianza: el desarrollo de capacidades, la situación en Afganistán y la relación con terceros Estados.

No hay comentarios:

Publicar un comentario