DE GAULLE: DEL PLAN MARSHALL A LA O.T.A.N.
Efectivamente, a raíz de la conferencia de Yalta, que le
permitió a la Rusia de Stalin agregarse de oficio, cuando el hundimiento del
Reich, Europa Central y los Balcanes, pudo temerse que el bloque soviético
quizás desease extenderse más allá. En la hipótesis de semejante agresión, los
Estados occidentales del Continente no hubieran podido, por sí solos, oponerle
una resistencia lo suficientemente fuerte. La organización francobritánica de
defensa europea, esbozada en 1946 y que suponía el mando único del mariscal
Montgomery, evidentemente no hubiese bastado. Por tanto, nada estuvo más
justificado ni fue quizá más saludable que la ayuda americana que, en virtud
del Plan Marshall, ponía a la Europa del Oeste en condiciones de restaurar sus
medios de producción, evitándole de este modo gramáticas conmociones
económicas, sociales y políticas, al tiempo que, gracias al armamento atómico,
se aseguraba su cobertura. Pero una consecuencia casi inevitable había sido la
institución de la O.T.A.N., sistema de seguridad según el cual Washington
disponía de la defensa, y por consiguiente de la política, y hasta del
territorio, de sus aliados.
Charles de Gaulle:
Memorias de esperanza. La renovación. Taurus, Madrid, 1970. Pás. 358-359.
Estamos ante
un comentario historico informativo escrito por Charles André Joseph Marie De
Gaulle, Militar y político francés, líder de la «Francia libre» durante la
Segunda Guerra Mundial y creador de la Quinta República (Lille, 1890 -
Colombey-les-Deux-Églises, 1970
Nos cuenta
como se formó Programa de Reconstrucción Europeo anunciado por el entonces
secretario de estado norteamericano George Marshall en un discurso en la
universidad de Harvard el 5 de junio de 1947.
Ante la
penuria europea y la imposibilidad financiera de comprar productos
norteamericanos para aplicar este plan de ayuda demandaba una coordinación
previa de los países europeos. Se reunió en junio-julio de 1947 una conferencia
en París a la que, tras muchas dudas, acudió la URSS.
Pese a la
campaña de los partidos comunistas, dieciséis países aceptaron la ayuda y se
reunieron en una Conferencia en París en septiembre de 1947. La Conferencia
tenía un triple objetivo: impedir la insolvencia europea que hubiera tenido
nefastas consecuencias para la economía norteamericana, prevenir la expansión
del comunismo en Europa y crear una estructura que favorecieran la implantación
y el mantenimiento de regímenes democráticos.
El golpe de
comunista de Praga en febrero de 1948 precipitó la aprobación por parte del
Congreso norteamericano del Plan en abril de 1948. Ese mismo mes se creó la
OECE (Organización Europea de Cooperación Económica) para repartir y concretar
la ayuda.
Se calcula
que en total el Plan supuso una ayuda de
13.000 millones de dólares entre 1947 y 1952. El éxito del plan fue esencial para
la recuperación económica y el asentamiento de los regímenes democráticos en
Europa Occidental.
La España de
Franco, que no cumplía ningún requisito democrático, fue excluida del Plan lo
que hizo aún más duro el lento proceso de recuperación de nuestro país tras la
guerra civil.
La
Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) tiene sus orígenes en la
firma del Tratado de Washington de 1949, mediante el cual diez países de ambos
lados del Atlántico (Bélgica, Canadá, Dinamarca, Estados Unidos, Francia,
Islandia, Italia, Luxemburgo, Noruega, Países Bajos, Portugal y Reino Unido) se
comprometieron a defenderse mutuamente en caso de agresión armada contra
cualquiera de ellos.
Así nació
una Alianza que vinculaba la defensa de América del Norte con un conjunto de
países de Europa Occidental sobre la base del artículo 51 (Capítulo VII) de la
Carta de Naciones Unidas, que reconoce el derecho inmanente de legítima
defensa, individual o colectiva, en caso de ataque armado.
El fin de la
Guerra Fría en 1989 supuso, ante el desvanecimiento de una amenaza de invasión
militar, el establecimiento de nuevas formas de cooperación política y militar
para tratar los conflictos regionales y preservar la paz y la estabilidad. El
Concepto Estratégico aprobado por los Jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN
en noviembre de 1991, en Roma, diseñaba un planteamiento amplio sobre
seguridad, basado en el diálogo, la cooperación y el mantenimiento de una
capacidad de defensa colectiva. Reunía en un conjunto coherente los elementos
militares y políticos de los protocolos de seguridad de la Alianza,
estableciendo que la cooperación con los nuevos países Socios de Europa Central
y Oriental formaba parte integral de su estrategia. El Concepto preveía una
menor dependencia respecto a las armas nucleares, y grandes cambios en las
fuerzas militares integradas de la Alianza: reducciones sustanciales en su
tamaño y grado de alerta, mejoras de su movilidad, flexibilidad y adaptabilidad
a las diferentes contingencias y un mayor uso de formaciones
multinacionales.
Con la
Cumbre celebrada en Madrid en julio de 1997 pudieron analizar los resultados de
las iniciativas llevadas a cabo por la Alianza en años anteriores, a la vez que
se anunciaba una fase de reforma de las estructuras y políticas para responder
a las nuevas circunstancias. La tarea de los dirigentes de la OTAN en Madrid
consistió en analizar las diferentes parcelas de la futura política de la
Alianza y asegurar su coherencia e integridad.
En la Cumbre de Madrid quedó claro el grado de
compromiso de la Alianza con la transformación interna y externa, con nuevas
medidas concretas y de gran trascendencia en todas las áreas: la apertura de
conversaciones para la integración de Hungría, Polonia y la República Checa,
junto a la aprobación de una “política de puertas abiertas” respecto a futuras
adhesiones; la mejora de la Asociación para la Paz y la creación del EAPC como
nuevo foro para impulsar la cooperación; la apertura de un nuevo capítulo en
las relaciones OTAN-Rusia; la formalización e intensificación de la asociación
con Ucrania; la ampliación del diálogo con los países mediterráneos.
El proceso
de evolución y transformación de la OTAN continuó en la Cumbre de Praga de
noviembre de 2002. En ella se decidió la ampliación de la Alianza a siete
nuevos miembros de Europa Central y Oriental, elevando a 26 el número de
Aliados. Este proceso de ampliación culminaría con la incorporación de Croacia
y Albania en 2009, hasta alcanzar los 28 miembros actuales. Tan sólo un año
después, en la Cumbre de Lisboa de 2010, se adoptó el Nuevo Concepto
Estratégico (NCE), por el que la Alianza se prepara para afrontar los nuevos
retos globales del Siglo XXI, como el terrorismo, la proliferación nuclear o
los ciberataques.
Desde
entonces, los Aliados han centrado sus esfuerzos en dar forma y contenido a los
mandatos contenidos en el NCE. La Cumbre de Chicago, celebrada en mayo de 2012,
consolidó estos avances y se centró en torno a tres ejes de trabajo
fundamentales para la Alianza: el desarrollo de capacidades, la situación en
Afganistán y la relación con terceros Estados.
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