sábado, 16 de diciembre de 2017

FORMACIÓN DE LA PENÍNSULA IBÉRICA




Nos encontramos con un mapa perteneciente a la Península Ibérica ( y un poco de África ) de la
era Primaria.
En este mapa la Península está ocupada en gran parte, por el mar de Tethys. Un paleo mar que limita
las siguientes partes:
- Macizo Galaico-Duriense: comprende, toda Galicia, gran parte de Asturias, Portugal, la meseta
norte, la provincia de Estremadura y la Sierra Morena
- Macizo Catalano-Balear: abarca la zona costera de Cataluña y las islas Baleares
- Macizo del Ebro: situada en la actual depresión del Ebro
- Macizo de Aquitania: parte septentrional, donde sucede el plegamiento alpino.

El núcleo precámbrico más complejo pero mejor estudiado es el Macizo Galaico-Duriense,
se trata de un sistema de sierras y montañas situadas en el ángulo noroccidental de la Meseta.
Es un macizo montañoso antiguo cuyos límites orientales se confunden con la cordillera Cantábrica
y los Montes de León.  Administrativamente, el macizo se ubica mayoritariamente en Galicia,
aunque trasciende los límites de esta autonomía, ya que sus estribaciones ocupan también el
sector más occidental de las provincias de Zamora y León.

Desde el punto de vista morfoestructural, es un macizo antiguo compuesto por bloques
individualizados por fallas. El relevo se gradúa en desniveles desde el oeste (al nivel del mar)
hacia el este, y llega a superar los 2000 m en los Montes de León. Su estructura litológica es silícea,
está compuesta fundamentalmente por granito y hacia el este da paso a pizarras y a cuarcitas.

El viejo macizo precámbrico, plegado en diferentes etapas, fue arrasado durante un periodo largo de
erosión, y más tarde cubierto total o parcialmente por los mares paleozoicos.

Durante la era primaria o paleozoico , en el periodo carbonífero, de los mares que cubrían la mayor
parte de la Península surge la llamada Orogénesis Herciniana, cordilleras formadas por materiales
Como granito, pizarra y cuarcita. Al oeste se elevó el Macizo Hespérico, arrasado por la erosión
durante la misma era primaria y convertido en zócalo o meseta inclinada hacia el Mediterráneo.
Al noreste aparecieron los macizos de Aquitania, Catalana-Balear y del Ebro y al sureste, el Macizo
Bético-Rifeño. Todos ellos fueron arrasados por la erosión durante la era primaria y convertidos en
zócalos.

Simultáneamente al susodicho paroxismo, se dio una actividad magmática, provocando la expulsión
volcánica de grandes cantidades de rocas plutónicas en su mayoría graníticas. Todas estas
concentraciones magmáticas evidenciaban la anterior actividad interna del planeta, y, a su vez, se
Definen como la creación de yacimientos metálicos que conforman los terrenos paleozoicos y son los
cimientos de la abundancia mineral de la península.
En la era secundaria, apenas se dieron fenómenos orogénicos relevantes. Sin embargo, ocurrieron
dos sucesos significativos en la península:

A. Las transgresiones y regresiones marinas, cuyas máximas transgresiones llegaron a la
altura de Segovia.
B. Los fuertes desarrollos de erosión hídrica y eólica, que desarmaron la cobertera de su
Sedimentaria, de las franjas nacidas del Plegamiento Herciniano, apartándose de los
materiales ígneos, tanto magmáticos como metamórficos (granitos, pizarras, cuarcitas y
gneis), dejando al descubierto el zócalo paleozoico, en este momento transformado en
una gran y alomada penillanura.
Eventualmente, se da una considerable denudación del macizo herciniano, que se vigorizará en l
La Era Terciaria debido a la Orogenia Alpina.
Por otro lado, debajo de las aguas del mar de Tetis, debido al gran geosinclinal que se está gestando,
se generarán kilómetros de sedimentos marinos, que posterior
mente serán transformados en margas, calizas y dolomías, principalmente y llegando incluso a
formarse mármoles debido a procesos metamórficos.
A finales de la Era Terciaria, tras producirse el choque de las placas euroasiática y africana , que
tuvo como consecuencia el Plegamiento Alpino, a la vez que la microplaca ibérica quedó
definitivamente unida a Europa.  
Uno de los principales efectos del Plegamiento, fue la elevación de las cordilleras alpinas de los
Pirineos y las Béticas, a partir de los sedimentos marinos acumulados. El viejo zócalo paleozoico,
rígido e incapaz de soportar las tensiones tectónicas, rompió y se fracturó en bloques, dando lugar al
Sistema Central y a los Montes de Toledo, y también formando las cuencas sedimentarias castellanas.
Los bordes del macizo Hespérico se elevaron creando el Macizo Galaico-leonés, la Cordillera
Cantábrica, el Sistema Ibérico y Sierra Morena.
La inclinación del zócalo modifica su orientación que ahora pasa a ser NE-SO.  Durante esta etapa
se crean las dos grandes depresiones, la depresión del Ebro y la depresión del Guadalquivir.
La era Cuaternaria, es una etapa de retoques erosivos y sedimentación poco potente. Teniendo una
g
ran influencia en la evolución del relevo, los factores climáticos.
Encontramos durante este periodo fases glaciares y fases interglaciares, que afectaron a los relieves
montañosos peninsulares sobre todo a los encontrados en la parte más septentrional de la península.
Encontraremos glaciarismo en los Pirineos, en la Cordillera Cantábrica, en el Sistema Ibérico, en el
Sistema central y en las Cordilleras Béticas en la zona de Sierra Nevada.

Por último en este período se acabó de establecer la red hidrográfica y se realizaron modificaciones
en la línea de costa, debido a que los cambios climáticos provocaron ascensos y descensos en
el nivel del mar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario